Las causas más comunes de la
afasia son las siguientes: un daño cerebral, bien por traumatismo
cráneo-encefálico, bien debido a una apoplejía o ictus . La afasia primaria progresiva es un tipo de afasia con
incidencia insidiosa, progresión gradual y curso prolongado, en ausencia de
discapacidades cognitivas generalizadas (al menos durante un periodo de tiempo
inicial substancial), debido a una condición degenerativa del cerebro. Según
Mesulam, que fue el que describió este desorden por primera vez, para
diagnosticar una afasia primaria progresiva tiene que existir afasia al menos
durante dos años, sin que se observen otros trastornos significativos de
memoria, conductuales, intelectuales o trastornos visuales.
El tipo y patrón de los
trastornos de lenguaje difieren también en este caso. Al igual que en la afasia
debida a lesiones traumáticas o ictus, las manifestaciones dependen de las
zonas del hemisferio izquierdo que presentan un daño relativo en un momento
dado. Como se trata de un desorden progresivo, las manifestaciones pueden
cambiar durante el transcurso de la enfermedad. El trastorno de lenguaje
inicial puede ser una afasia tipo Wernicke, es decir fluida con problemas de
comprensión o también de tipo Broca, es decir con problemas de producción del
habla.
La edad media de inicio son los
60 años. La mayoría de personas con afasia primaria progresiva tienen edades
entre 40 y 80 años. Existe el doble de hombres que de mujeres con esta
afección.
Las lesiones pueden causar
problemas en las funciones siguientes: habla, pensamiento, atención, memoria,
aprendizaje, control emocional y capacidad de toma de decisiones.
La terapia pone énfasis en cuatro áreas fundamentales para la recuperación
Lenguaje.
Lectoescritura.
Emocional.
Habilidades Sociales.
La terapia pone énfasis en cuatro áreas fundamentales para la recuperación
Lenguaje.
Lectoescritura.
Emocional.
Habilidades Sociales.
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